«Un viejo rabino preguntaba a sus alumnos: ¿Cuándo puedo reconocer el momento en el cual la noche se acaba y el día comienza?
Un alumno preguntó: ¿Será cuando puedo distinguir de lejos un perro de una oveja?
– No, respondió el rabino.
Otro alumno dijo: ¿Será cuando puedo distinguir una datilera de una higuera?
– Tampoco, respondió el rabino. Es cuando, mirando el rostro de cualquier hombre, tu reconoces a tu hermano y a tu hermana. En ese momento, la noche terminará y el día comenzará en tu corazón.»