«Ningún hombre es una isla, algo completo en sí mismo; todo hombre es un fragmento del continente, una parte del conjunto. Si el mar arrebata una porción de tierra, es un país el que pierde, como si se tratara de una finca de tus amigos o de la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad; por tanto, nunca mandes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti.»